Haití atraviesa una muy grave crisis socio-económica causada por la devaluación de su moneda frente al dólar. 

Es por eso que el presidente de Haití, Jovenel Moise, emitió este miércoles la orden de estado de emergencia económica en el país, con el objetivo de reducir el nivel de funcionamiento del Estado, sin embargo, fue ignorado por la comunidad internacional «tan preocupadas» por llevar “ayuda humanitaria” a Venezuela.

Producto de esta grave crisis económica que ha elevado considerablemente los costos de los productos de primera necesidad, alejándolos de la mesa familiar; ha generado una migración masiva hacia República Dominicana, mientras Haití continúa paralizada en medio de violentas protestas convocadas por sectores de la oposición y grupos sociales de la gestión del presidente Moise.

Un informe desde el lugar de los hechos señala que “la capital continúa bloqueada por barricadas y neumáticos encendidos en las principales vías imposibilitando la comunicación entre Puerto Príncipe y el resto de la nación caribeña. Hasta el momento, varias personas han fallecido desde que iniciaron las protestas. Las escuelas y los bancos siguen cerrados, así también como los negocios y estaciones de combustibles muchos de los cuales han sido saqueados estos días por los manifestantes que denuncian precariedad económica del país. Los manifestantes exigen a Moise que renuncie por un escándalo que se centra en el fondo Petrocaribe, en virtud del cual Venezuela suministró petróleo a Haití a precios reducidos y en condiciones crediticias fáciles durante años.”

Por su parte el Departamento de Estado de Estados Unidos ha anunciado que retirará a todo el «personal de no emergencia» de Haití y advirtió a los estadounidenses que no viajen a la nación plagada de disturbios.

¿Y dónde está la Comunidad Internacional, la OEA, EL Grupo de Lima, el Gobierno norteamericano? 

Y claro, en Haití no hay petróleo ni recursos naturales por explotar. Solo hay miseria, hambre y explotación.