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el Presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, con con el general con Herbert Raymond McMaster, asesor de Seguridad del gobierno de Donald Trump

ALERTA: PLAN INVASOR CONTRA VENEZUELA

“Retirarse de la OEA es un derecho soberano de Venezuela, que compete exclusivamente al presidente Nicolás Maduro conforme a sus competencias”, aseguró Rodríguez vía Twitter.

Por Luis Rodríguez

Publicado: 2017-05-08


El canciller de la República Delcy Rodríguez, aseguró que el Presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, “responderá ante la justicia venezolana sus desmanes apátridas”. Borges estaría actuando junto con Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), en contra del Estado de Derecho.  

El presidente del Parlamento venezolano, sostuvo esta semana en la Casa Blanca, un encuentro con el general con Herbert Raymond McMaster, asesor de Seguridad del gobierno de Donald Trump, para hablar sobre la crisis política y social que se vive en Venezuela. McMaster, “el comandante de unidad más exitoso que sirviera en Irak”, es el cuarto hombre más importante del gobierno de Donald Trump y quien tiene en sus hombros el manejo de la política militar estadounidense.

La reunión de Borges con el asesor de Seguridad de EE UU se celebró después de que el presidente del Parlamento sostuvo un encuentro con los embajadores acreditados de la Organización de Estados Americanos y del Caribe para entregar documentos sobre la violación de derechos humanos en Venezuela. El dirigente opositor entregó a Luis Almagro, secretario general de la OEA, el Acuerdo aprobado en la AN para frenar la salida del país del organismo y buscar garantías para una transición pacífica en el país. “Venimos a frenar la salida de Venezuela de la OEA” ha dicho Borges, alegando que el abandono del organismo es inconstitucional porque atenta contra los acuerdos de defensa de los derechos humano suscritos dentro de la organización.

Lo que en verdad se esconde detrás de la visita de este emisario de la contrarrevolución a Washington, es un nuevo llamado a la intervención armada contra Venezuela. El general McMaster, asesor de Seguridad de Donald Trump, aprovechando esta coyuntura digitada presentó el pasado jueves 7 de abril de 2017 un informe al Senado advirtiendo que Venezuela podría ser un factor “desestabilizador” en la región.

La solidaridad con los refugiados de América Latina

EE.UU. históricamente ha sido y es el principal factor de desestabilización de la región y del mundo, mientras que Venezuela ha contribuido a la estabilidad política, económica y energética de América del Sur.

Venezuela en las dos últimas décadas acogió con los brazos abiertos a miles de refugiados políticos peruanos, argentinos, uruguayos, bolivianos, brasileros y centroamericanos llegados a Venezuela en la década del 60-90 huyendo de la feroz caza imperialista desatada durante el Plan Cóndor y a millones de desplazados de la guerra civil en Colombia; y ha contribuido al acuerdo de paz firmado entre el Gobierno del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y la guerrilla de la FARC, sin la mediación de la Revolución Bolivariana, este acuerdo no hubiera sido posible. Si cae la Revolución Bolivariana, no habrá paz en Colombia.

Por los caminos del nuevo Plan Cóndor

EEUU dirige el nuevo Plan Cóndor contra Latinoamérica y para ello cuenta con la ultra derecha pro imperial, nativa y vende patria que arremete contra todos los líderes, gobiernos, y movimientos progresistas y populares de izquierda revolucionaria como el golpe de estado parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff de Brasil

Su Plan siniestro consiste en llenar de violencia el país y justificar con ello la salida por vías irregulares del mandatario electo constitucionalmente por el pueblo.

Las declaraciones del Almirante Kurt Tidd forman parte de esta estrategia: “Venezuela atraviesa un período de inestabilidad significativa el año en curso debido a la escasez generalizada de medicamentos y comida, una constante incertidumbre política y el empeoramiento de la situación económica”.

Guerra de VI Generación

Pero esta crisis no es gratuita, forma parte de la guerra imperialista de VI generación, contra los gobiernos que afectan sus intereses de dominación y expoliación, estrategias en la que se ejecutan en detalle, cada una de las fases y acciones de esta guerra, que deliberadamente han sido perpetradas para generar los resultados de una desestabilización criminal. “una Guerra Difusa, en la cual el imperialismo hace uso de todos los mecanismos de ataque posibles contra los pueblos del mundo que desea dominar a objeto de expoliar sus recursos”, como bien ha señalado el analista geopolítico Rosso Grimau.

Este ejército de ocupación está conformado por grandes corporaciones, trasnacionales, sus protocolos y acciones de inteligencia, la formación, financiamiento y entrenamiento de pseudo-políticos mercenarios; y el pago sistemático de centenares de medios masivos mercenarios de desinformación y alienación; provocando la asfixia económico-financiera y comercial (desplome del salario real y la carestía de bienes esenciales como alimentos, medicinas, productos de higiene personal); a fin de colocar a las mayorías populares en una situación proclive a la desmoralización y la explosión social y “garantizar” a través de la intervención militar, la solución a la crisis humanitaria.

Como dijera el Comandante Chávez: "¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno! ¡Yanquis de mierda, váyanse al carajo cien veces, aquí estamos los hijos de Bolívar!"


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RESISTENCIA

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