La gusanería alborotada, celebro las ocurrencias que los medios de comunicación mediáticos, fieles asalariados del imperio;  se encargaron de regar como mancha de alquitrán por el mundo.

A bordo de sus lujosas camionetas que fueron obtenidas a base de vivir y de lucrar de la lastima, tocaban sus bocinas agitando banderas cubanas y estadounidenses ante las cámaras de la CNN y los fotógrafos del Miami Herald

Esa mezcla rara de lumpen, gusanos, mafiosos, terroristas, políticos conspirativos y la cuota de confundidos que nunca faltan, estaban festejando la supuesta muerte de alguien.

La gusanera de Miami, no entiende que el destino de Cuba está en manos de los Dirigentes del Partido y el Gobierno. Traducido para los desentendidos, allí en Cuba hay un colectivo de dirección, además de un líder indiscutible, con una personalidad extraordinaria y una visión e interpretación del mundo actual y del futuro.

Por supuesto que Fidel algún día dejará de vivir, pero el imperio y sus lacayos deben saber que eso ocurrirá cuando el organismo de FIDEL  lo decida; no cuando la noticia sea digitada en los pasillos de Washington y celebrada en las licorerías de Miami. Aún así, cuando eso ocurra, la gusanera y sus sponsors del Departamento de Estado y la CIA no deberían alegrarse. (la CIA no pudo matarlo pese a 644 intentos).

Fidel Castro ha sido uno de los grandes del siglo XX y ya lo es del siglo XXI. Cuando no esté más físicamente entre nosotros, será también el hombre del siglo XXII y su lección de vida, será ejemplo para las multitudes de los cinco continentes.

Todos sabrán quién fue ese gran hombre. Es posible que entonces muy pocos recuerden quiénes fueron esos tales como Bush, Obama, Rumsfeld y Cheney.

Esa playada que tiene las manos manchadas de sangre por las guerras fratricidas, “lideres” de pacotilla, inmorales, sin principios que sembraron con mentiras y calumnias su política de vida.

Revista CUBASI / Lima, PERÚ